A small change:
El equipo estaba entrenado como
todas las mañanas. Cada uno perfeccionaba su técnica, especialmente Yukari, una
de las nuevas componentes, que tendría que esforzarse mucho más, pues todavía
era muy débil.
Empezó
a correr con el balón pero un chico se puso delante y se lo quitó, sin el mayor
problema.
-¡¿Tu
otra vez?! ¡Ya te vale! Devuélveme el balón –Ella no lo soportaba, no dejaba de
fastidiarla.
Desde
su llegada al Riamon no la había dejado en paz, ni un solo día. Ese idiota la
seguía a todas partes… Bueno, menos al lavabo, aunque no
estaba especialmente segura de eso.
Y aun así, si se paraba a pensarlo un momento, no le
molestaba del todo su presencia, incluso podía decirse que le gustaba.
-Quítamelo
si eres capaz ¿O es que no puedes? –Fudou mostró la sonrisa que lo
caracterizaba.
¿La
estaba retando, acaso? Sin pensarlo acepto encantada, porque quería demostrarle
lo poco que había mejorado.
“Esta vez lo voy a
conseguir”, pensó
la castaña decidida.
Salió
corriendo detrás de él y le intento quitar el balón varia veces, sin éxito,
porque él la esquivaba como si nada.
Frustrada
y enfada, se paró en seco y se giró hacia él:
-¡Ya
vale! ¡Déjame en paz! Vete a molestar a otro –gritó Yukari aún más enfada.
Él
sólo sonrió.
-Como
quieras, pero con tu nivel no serás capaz de crear una técnica hissatsu – Fudou
le lanzó el balón y se marchó.
La
chica no podía hacer nada puesto que Akio era muchísimo mejor jugador que ella:
“¡Pero bueno!... ¿Qué narices le pasa? ¡Siempre
me está molestando!”
-¡Eso
ya lo veremos! –le gritó al castaño. Éste siguió su camino ignorándola.
Para
él, Yukari era su juguete personal y le encantaba verla enfadada o ruborizada y
si era por su culpa, mejor.
No
podía dejarla, no sabía por qué, pero le gustaba estar a su lado y cuando otros
chicos se le aceraban, sentía que tenía que interponerse y los echaba. Bueno, a
casi todos, porque, para él, los chicos del Raimon no era un peligro.
Al
cabo de una hora terminó el entrenamiento. Una vez recogieron el equipó se
marcharon a casa.
Yukari
se quedó rezagada y, cuando estaba bajando las escaleras, se encontró con él, otra
vez.
“Ya le vale ¿Qué se
supone que es? ¿Un acosador? Y aun encima empiezo a tener sentimientos hacia…”, sacudió la cabeza para olvidarse
de ese pensamiento.
Ella
le ignoró y pasó de largo, pero éste la siguió con los brazos detrás de la
cabeza. Ambos comenzaron a bajar las escaleras.
-¿Qué
quieres ahora? –preguntó agotada, suspirando.
-Nada.
Yo también me marcho y da la casualidad que voy por donde tú vas –comentó con
su sonrisa torcida.
Yukari
se giró sobre sus talones y se puso delante de él:
–¡No
te creo! ¡Siempre me estas molestando… -Algo la interrumpió, una mancha negra
que se interpuso entre ellos.
Era
un niño vestido de vaca que portaba con él un bazuca. Cuando intento aterrizar
se tropezó y su arma salió volando, acabando encima del castaño, a éste no le
dio tiempo de reaccionar. Y de pronto, se escuchó una explosión y una nube
blanca apareció en lugar del chico.
Yukari,
asustada se acercó, pero no lograba ver nada, una vez la niebla se empezó a
disipar, pudo distinguir una silueta que no era de Fudou, sino la de un adulto.
Cuando
se despejó por completo, la castaña pudo ver a un chico mucho mayor que ella de
unos 20 o 25 años. Éste la miró y luego revisó el lugar.
“Así que he vuelto al
pasado…” mira a
Yukari “¡Que pequeña! ¡Cuánto ha
cambiado! Y cuanto cambiará…” le sonríe.
La
castaña reconoció al instante es sonrisa; era Fudou de mayor.
“¿Cómo es posible? ¡Es
él…! Pero con más años”
se fijó bien en el chico “¡Le ha crecido
el pelo! Le queda mucho mejor, está más sex…” se sonrojó. “P-Pero… ¡¿Qué estoy pensando?!”
Fudou
se acercó a ella, que instintivamente retrocedió un poco pero, al hacerlo, casi
se cae. Él consiguió sujetarla y tiró de ella, sin embargo, él también perdió el
equilibro y los dos cayeron al suelo.
Yukari
abrió los ojos, notando que el golpe no había dolido y que estaba sin un
rasguño. Miró al suelo y cuando vio que estaba sobre de él, se levantó como un
rayo.
-Sí
que pesas… –comento burlón, mientras se levantaba– No sé cómo he llegado hasta
el pasado, pero… -se quedó mirándola unos segundos– Creo que voy a ayudar a mi
yo de este tiempo –sonrió con picardía, nada más decirlo cogió a la chica, le
levantó la cabeza con decisión y la besó.
Ésta,
sorprendida, no tuvo tiempo de reaccionar, pero una vez se dio cuenta, decidió
corresponderle, no supo por qué, pero lo hizo.
Mientras
tanto se oyó una pequeña explosión y una nube blanca envolvió al chico, ninguno
de los dos se enteró estaban concentrados en el beso. De pronto él volvía a ser
el de siempre.
Cuando
se separaron Yukari se llevó el susto de su vida. Sorprendida, intento apartarse
de él pero no pudo.
-Per-o…
-no le dio tiempo a decir nada.
Fudou,
divertido por el desconcierto de la chica, la agarró más fuerte y la atrajo
hacia él, otra vez. Ella agacho la cabeza, pero éste, con la mano, le levantó
la cabeza y por segunda vez, pero esta vez con su yo del presente, la besó.
A
Yukari no le quedó más remedio que corresponderle, al fin y al cabo comprendió
que estaba enamorado de este pequeño sádico.
El
beso empezó siendo torpe pues era la primera vez para el castaño y la segunda
para ella. Luego empezó siendo más profundo, él obligó a la castaña a que
abriese la boca para poder explorarla con la lengua. Para los dos aquel sería
el primero de los muchos besos que compartirían en el futuro.
Cuando
los dos se quedaron sin aire se separaron, la castaña estaba totalmente roja y él
tenía una gran sonrisa victoriosa.
“No me sirve ¡Necesito
más!”, pensó él.
Al
ver la cara de Yukari, que estaba totalmente roja, comprendió que no podía
torturarla allí mismo porque lo más seguro es que le diese un ataque y ya no
tendría su juguete.
“Bueno lo dejaré para
más adelante” Pensó
Fudou.
Ella,
una vez procesó todo los ocurrido, se sonrojo aún más si se podía, se alejó de
él.
-¿Por
qué me has besado? –pregunto una Yukari nerviosa.
-¿Y
tú? ¿Por qué me has correspondido? –le devolvió la pregunta.
-No
es lo mismo, tú fuiste el que empezó.
-Y
tú la que lo continuaste.
-Mentira.
-Verdad
–él estaba disfrutando la situación, pero quería oírle decir otra cosa.
Yukari
avergonzada no sabía qué hacer, si salir corriendo o quedarse.
-¿No
dices nada? Pues le contaré al equipo que te gusta besar a cualquier chico que
se te cruce– Amenazó, sonriente.
Fue
la gota que colmó el vaso, la castaña no podía aguantar más, sabía que lo haría
y le diría esa mentira a todo el equipo.
-¡Eres
un idiota! ¡Te correspondí porque me gustas! –una vez lo dijo se marchó
corriendo del lugar.
Fudou
no la detuvo se quedó mirando la carrera de Yukari, con una gran sonrisa en su
boca.
“Este fue solo es un
pequeño comienzo para lo que va a ocurrir…” se relamió y se marchó también a casa. “Mañana será otro día para jugar con mi juguete.”
Ninguno
de los dos supo lo que ha ocurrido, ni de donde salió ese niño vaca, ni de cómo
llegó el yo de futuro de Fudou al presente… Pero gracias a aquel incidente, los
dos aprendieron que este sería el comienzo de su extraño romance, sobretodo
Yukari que se había declarado a un sádico.
****
El
Fudou del futuro, cuando regresó se encontró a una Yukari desconcertada que al
ver a su novio le sonrió y se acercó a él.
-Me
había olvidado de como eras en el pasado ¡Tenías que haberte visto la cara que
pusiste! –comenzó a reírse.
Fudou,
con su clásica sonrisa, la atrajo hacia él y la besó. Era uno de esos besos que
se dieron desde ese día, pero algo más adulto.
-Tus
labios son mucho más suaves que en el pasado y más adictivos –comento él
castaño y la volvió a besar, ella solo se rió.
La
amaba, aunque no lo dijera. Aunque ella ya lo sabía, por algo quería tanto a ese
sádico.
Aquella
noche no la dejaría dormir, como en otras tantas. Siempre sería su juguete
preferido y con el tiempo ella también aprendería a jugar con Fudou.
****
Mientras,
en el pasado, Yukari seguía pensando en lo sucedido. Y Akio que no dejaba de
sonreír y de pensar en las múltiples maneras de torturar a su amado juguete. A
estos dos les quedaba un largo camino para llegar a lo que serían en un futuro.
(Los
personajes de Inazuma Eleven no me pertenecen, son propiedad de Level-5, menos mi Oc Yukari.)
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